Nuestra Galaxia: La Vía Láctea

La Galaxia de la Vía Láctea (o simplemente Vía Láctea) es la galaxia espiral en la que se encuentra nuestro Sistema Solar. Según las observaciones, posee una masa de 1012 masas solares y es una espiral barrada; con un diámetro medio de unos 100.000 años luz (aproximadamente 1 trillón de km), se calcula que contiene entre 200.000 millones y 400.000 millones de estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 27.700 años luz. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la Galaxia de Andrómeda (aunque puede ser la más masiva, al mostrar un estudio reciente que nuestra galaxia es un 50 % más masiva de lo que se creía anteriormente).

El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la banda de luz que rodea el firmamento, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera, (Juno para los romanos). Sin embargo, ya en la Antigua Grecia un astrónomo sugirió que aquel haz blanco en el cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas. Se trata de Demócrito (460 a.C.-370 a.C.), quien sostuvo que dichas estrellas eran demasiado tenues individualmente para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no halló respaldo, y tan solo hacia el año 1609 d.C., el astrónomo Italiano Galileo Galilei haría uso del telescopio para observar el cielo y constatar que Demócrito estaba en lo cierto.

Se calcula que dentro de 4 billones de años nuestra galaxia chocará con la galaxia vecina Andrómeda y un billoón de años después se habrán fusionado formando una única galaxia. En el siguiente vídeo se muestran las imágenes de cómo ocurrirá.